El THC detectado en la sangre o el aliento no indica deterioro, según un estudio

THC detectado en la sangre, un nuevo estudio publicado este mes aporta más pruebas de que los niveles de THC detectados en la sangre o el aliento de los consumidores de cannabis no son un indicador fiable de mala salud. Los investigadores también descubrieron que los niveles de THC en sangre y aliento no son pruebas fiables del consumo reciente de cannabis de un sujeto.

En su introducción al estudio, los investigadores señalaron que “encontrar una medida objetiva del consumo reciente de cannabis que se correlacione con el deterioro ha demostrado ser un objetivo difícil de alcanzar”. Algunos estados han promulgado leyes que establecen límites legales propios sobre la cantidad de THC que un conductor puede tener en la sangre, similares al límite nacional de 0,08% de concentración de alcohol en sangre.

Los críticos de los límites de THC en sangre o aliento argumentan que estos límites tienen poco efecto sobre el nivel de deterioro o intoxicación, que puede variar mucho de una persona a otra, aunque la concentración de THC sea similar.

“Estos resultados proporcionan más pruebas de que las mediciones individuales de concentraciones sanguíneas específicas de delta-9-THC no se correlacionan con la deficiencia y de que el uso de límites legales para el delta-9-THC per se no está actualmente justificado científicamente”, – escribieron los autores del estudio, publicado en la revista Scientific Reports.

Para realizar el estudio, los investigadores reclutaron a un grupo de sujetos de prueba, la mayoría de los cuales eran consumidores diarios de cannabis. A continuación, los investigadores determinaron los niveles de THC en su sangre y aliento antes y después de inhalar marihuana.

Antes de inhalar marihuana, la mayoría de los sujetos tenían niveles residuales de THC de 5 ng/ml o superiores, lo que supera el límite legal per se en varios estados. Los autores observaron que el THC en tales concentraciones se detectó a pesar de “la ausencia de cualquier deterioro”. Después de que los sujetos inhalaran cannabis, los investigadores observaron una relación inversa entre los niveles de THC en sangre y el deterioro del rendimiento.

"Nuestros resultados coinciden con los de otros que han demostrado que  delta-9-THC puede detectarse en el aliento hasta varios días después del consumo reciente", - escribieron. "Dado que las principales tecnologías de pruebas de aliento para el consumo reciente de cannabis se basan únicamente en la detección de  delta-9-THC, esto podría dar lugar a falsos positivos en las pruebas debido a la presencia de delta-9-THC en el aliento fuera del intervalo de deterioro".

Nuevo estudio respaldado por investigaciones anteriores

Los resultados coinciden con un estudio publicado a finales del año pasado en la revista Neuroscience & Biobehavioral Review. En ese estudio, los investigadores afiliados a la Universidad de Sydney analizaron todas las investigaciones disponibles sobre el rendimiento de los conductores y las concentraciones de THC en sangre y saliva.

“Lasmayores concentracionesde THC en sangre sólo se asociaron débilmente con un mayor deterioro de la conducción en los consumidores ocasionales de cannabis, mientras que no se encontró ninguna asociación significativa en los consumidores habituales“, – escribió la autora principal , la Dra. Danielle McCartney, de la Iniciativa Lambert para la Terapéutica Cannabinoide. “Esto sugiere que las concentraciones de THC en sangre y fluidos orales son indicadores relativamente pobres del deterioro del rendimiento inducido por el cannabis-THC”.

Al realizar el estudio, los investigadores revisaron los datos de 28 publicaciones que analizaban el consumo de cannabis por inhalación o ingestión. A continuación, analizaron la relación entre la concentración de THC y el rendimiento al volante, midiendo habilidades relacionadas con la conducción como el tiempo de reacción y la atención dividida.

Los investigadores documentaron una asociación “débil” entre los niveles de THC y el deterioro de la capacidad de conducir en personas que consumen cannabis raramente. Sin embargo, no observaron una asociación significativa entre los niveles de THC en sangre o saliva y el deterioro en consumidores habituales de marihuana, definidos como aquellos que consumen marihuana una vez a la semana o más.

“Esto no significa, por supuesto, que no exista ninguna relación entre la intoxicación por THC y el deterioro de la conducción”, – dijo McCartney. “Nos demuestra que el uso de las concentraciones de THC en sangre y saliva son marcadores incoherentes de dicha intoxicación”.

Los autores señalaron que los resultados del estudio ponen en tela de juicio la validez de las pruebas aleatorias generalizadas de THC en móviles a partir de la saliva en Australia y la dependencia de los niveles de THC por parte de las fuerzas del orden en Estados Unidos.

“Nuestros resultados sugieren que los individuos no afectados pueden ser identificados erróneamente como intoxicados por el cannabis cuando la ley establece límites de THC “, – dijo McCartney.

“Del mismo modo, los conductores que sufran una alteración inmediatamente después de consumir cannabis no podrán ser registrados como tales”.

El profesor Iain McGregor, director académico de la Iniciativa Lambert, un programa de investigación a largo plazo que estudia el potencial médico del cannabis, afirmó que“las concentraciones de THC en el organismo tienen claramente una relación muy compleja con la intoxicación. La relación fuerte y directa entre la concentración de alcohol en sangre y la conducción bajo los efectos del alcohol anima a la gente a pensar que esa relación se aplica a todas las drogas, pero desde luego no es el caso del cannabis.”

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